Cada uno de sus textos soprende y conmueve. Bajo la métrica de un poema, puede lanzar la crítica más dura o una profunda reflexión. Elías Scheble es el poeta por antonomasia de un Totoral que se enorgullece de ser cuna de un intenso movimiento cultural y que cuenta en su historia, precisamente, a Pablo Neruda y Rafael Alberti como dos de sus visitantes más entrañables.
Declarado ciudadano ilustre de esta villa, a la hora de resumir su propia vida, el mismo Elías apela a la creatividad que es su marca registrada:
"Apellido: Scheble. Nombre: Elías. Edad: Tengo dos, la de los años es 81, la espiritual es intemporal; puedo ser un niño, un joven o un viejo. Nacido en Sarmiento,pueblito del departamento Totoral, provincia de Córdoba, el 28 de diciembre de 1928 –Día de los Santos Inocentes-, soy hijo de sirios, por eso Elías, si no me llamaría “Inocencio”; menos mal.
En Sarmiento hice hasta 4º grado primario, no había más, en Totoral 5º grado, y en Córdoba me “gradué” de 6º y pare de contar.
En Totoral obtuve un “master” de supervivencia aprobando la tesis de peón, dependiente de almacén, mozo de bar, pintor de letreros comerciales, cuentapropista con una caja de herramientas arreglando canillas que goteaban, luces que no andaban, y otros fastidios que sufren las amas de casa. Operador de Cine, burócrata del Estado tres años y en dos empresas 29 años de rata de escritorio.
Casado con Amalia Garay, tengo un hijo llamado Mario.
A los 60 años, jubilado, eufemismo por enojado, porque jubilado viene de júbilo por dejar de cinchar el lomo 40 años y hacerle pito catalán al despertador. El enojo por el Haber Mínimo,tan mínimo, que a los diez días es invisible.
Bueno, para matar el tiempo, mientras él me mata a mí, me dio por escribir notas en una revista mensual de acá; escribí un librejo: A mi manera (nada que ver con Paul Anka y Frank Sinatra), después un libracho, Che Totoral, y un librito de bolsillo, Totoralata.
Y aquí estoy, no me quejo, chocho porque la gente me lee y le gusta, no sé si porque tiene algún valor o porque 'en el país de los ciegos, el tuerto es Rey' ".
Vereda cross
Totoral salgo a mirarte
y otro remedio no queda,
que hacerlo por tus veredas
donde tranquear es un arte
o un riesgo que forma parte
de un deporte novedoso,
meter la pata en un pozo
tropezar con un cascote,
o esquivar esos pegotes
que dejan perros mugrosos.
El nivel no se respeta,
es más bajo o es más alto,
tenés que andar a los saltos
como sapo en la cuneta,
o ensayando una gambeta
a los que obstruyen el paso,
los viejos que estrechan lazos
mateando y matando el tedio,
y las comadres al medio
sacando el cuero a lonjazos.
En Le Mans, fórmula uno,
o moto cross en las sierras,
turismo en rutas de tierra,
o bici cross para algunos,
no me asustan con ninguno
yo tengo aparte a mi Dios,
y aunque no lo creas vos
en Totoral donde quieras,
en sus aceras fuleras
practico el vereda cross.
Elías Scheble