Con duras condenas para los padres de una joven de 14 años de la localidad de Sarmiento, quien fue reiteradamente abusada por su progenitor, concluyó el juicio oral que se llevó a cabo en la Cámara Undécima del Crimen de Córdoba.
De manera unánime, fue sentenciado a 18 años de prisión el padre de la menor y a 11 años la madre, considerada como partícipe necesaria de los aberrantes hechos.
La estremecedora historia salió a la luz en la localidad del departamento Totoral en 2008, gracias a la decisión de una vecina de la familia, a quien la chica abusada le pidió ayuda.
El fiscal de la causa, Diego Albornoz (foto) dijo que los testimonios escuchados durante el juicio mostraron «a qué grado de bajeza puede llegar la humanidad».
El padre de la joven, de 48 años, fue sentenciado como autor de los delitos de “abuso sexual sin acceso carnal abuso sexual con acceso carnal y corrupción de menores”, todos agravados por el vínculo y de manera continuada. Su esposa, de 44 años, recibió la pena por haberse determinado que conocía lo que pasaba y no hacer nada en defensa de su hija. En las audiencias se acreditó -tanto con el testimonio de la víctima como a través de un diario íntimo que escribió- que ella pidió ayuda tanto a su madre como a sus hermanos, sin que nadie la protegiera. Sólo la valorable reacción de la vecina puso en marcha el fin de su calvario.
El detonante del horror
Los abusos comenzaron cuando los padres descubrieron que la adolescente había comenzado una relación amorosa con un joven de la misma localidad. Según surgió en el juicio, el padre de ella, quien practicaba “brujería” , habría pretendido realizar “hechizos” aduciendo que eran por el bien de su hija. Entre esas señales pretendidamente “místicas” habría decidido someter sexualmente a la víctima con el objetivo de “cortar” la relación con el joven. Todo ocurrió con el consentimiento de la madre de la chica, creyendo que era lo mejor para que “no cayera en el mal".
