El ex legislador provincial y actual funcionario del ministerio de Salud de la provincia, Carlos Nouzeret (foto), dio los primeros pasos en su intención de ser candidato a la intendencia de Totoral. Organizó una reunión en la que, ante unas 150 personas, habló de la necesidad de continuar la tarea que se llevó adelante para las elecciones del 28 de junio del año pasado, donde impulsando la lista de Unión por Córdoba logró la victoria tanto en esta localidad como en el departamento, relegando entre otros sectores políticos al kirchnerista Frente para la Victoria, que contó con el apoyo del actual intendente Ernesto Bernabey.

Nouzeret abogó por avanzar "sin sectarismos" de cara a los comicios de 2011, aunque aseguró que todavía "no es momento de hablar de candidaturas". A su turno, varios de los adherentes presentes en la reunión se pronunciaron abiertamente en favor de que el ex legislador se lance como postulante a la intendencia de Totoral.

Nouzeret tuvo su primera incursión en la función pública entre 1986 y 1992, como secretario de Gobierno de la intendencia del fallecido Atilio Llovell. Posteriormente fue viceministro de Salud de la provincia, durante el gobierno de José Manuel de la Sota y legislador de la Unicameral por Unión por Córdoba.

La polémica por el anteproyecto de construcción de una autopista entre Córdoba capital y Villa del Totoral sigue creciendo. Ahora, el intendente de esta localidad, Ernesto Bernabey, salió al cruce de las críticas que la iniciativa despertó en Jesús María por considerar que esa ciudad sería perjudicada con el trazado de la nueva ruta.

En un informe que Teleocho Noticias realizó sobre el tema, Bernabey defendió los beneficios que una autopista directa desde Córdoba traería para Totoral y subrayó que "no veo por qué Jesús María debería verse afectada". El jefe comunal puso como ejemplo lo que ocurrió con la construcción de la autopista entre la capital provincial y Rosario. "Si tomamos casos como el de Oncativo, que en su momento se opuso al trazado de esa ruta, yo no veo que haya descendido su población ni que se haya visto gravemente afectada". Agregó que "cuando uno tiene que ir a un pueblo por alguna razón llega lo mismo, tenga o no autopista".

Bernabey aceptó que una obra como la que se proyecta "sí puede generar inconvenientes para algunos casos, como por ejemplo las estaciones de servicio. Pero con el resto de los comercios que están sobre la ruta, donde nosotros mismos compramos, vamos a seguir yendo a ellos más allá del trazado de una autopista".

Por su parte, desde Jesús María, el intendente Marcelino Gatica insistió en rechazar el proyecto. "Hay que considerar una alternativa distinta -sostuvo-. Indudablemente hoy la ruta 9 tiene un componente económico muy importante para la zona. Si le agregamos la fábrica de Arcor y hasta el último comercio que está en Sinsacate, hablamos de más de 1.100 puestos de trabajo. Y se sabe que más del 40 por ciento de su movimiento comercial está vinculado a la ruta. Tenemos que encontrarle una solución a encontrar una ruta más segura,  más ágil, sin afectar el movimiento económico".

A esa postura se sumó el presidente del Centro Comercial de Jesús María, Daniel Spiglia. Señaló que "sin ofender al resto, la región nuestra me parece que es totalmente distinta a lo que es el corredor Córdoba - Rosario o Córdoba - Villa María; nosotros realmente somos el cuello de botella del norte del país y creo que nos vamos a ver muy afectados. Se está hablando de que nos impactaría un 80 por ciento comercialmente. Ya nos ha bajado un 50 por ciento el movimiento, con la caída del puente entre Jesús María y Sinsacate. Lo que queremos es el ensanche del trazado actual de la ruta 9. Esta ruta da como para ensancharla por lo menos en tres manos".

Como ya informó Totoral Blog, actualmente una consultora contratada por la Dirección Nacional de Vialidad se encuentra realizando los estudios previos sobre impacto socioeconómico y el posible trazado que tendría la autopista, que de construírse implicaría la expropiación de varios campos para completar una extensión estimada en 75 kilómetros.

 El intendente Ernesto Bernabey dijo anoche que la falta de envío de fondos de la Nación mantiene paralizados los proyectos más importantes de obras de su gestión y que no hay dinero en la comuna para reemplazar esas partidas. Mencionó algunos proyectos de mejoras y mantenimiento y no mucho más, al reunirse con los concejales y dar por inaugurado el período ordinario de sesiones.

El jefe comunal dijo que entre las tareas previstas se encuentra la recuperación y mejora de algunas plazas de la villa, pero no hizo mención a la polémica creada, justamente, por la venta de los terrenos donde se emplazaba la plazoleta Juan Bottaro, ahora en poder de un propietario particular que los canjeó por dos lotes en barrio Abregú.

Con la ausencia de dos de los concejales (Luis Cravero de la UCR y Matías Barbieri del PJ), el cuerpo sesionó presidido por Pedro Céliz y secundado por María del Carmen Luján (vicepresidente primera)  y Magdalena Limia, del oficialismo, y Darío Torres (vicepresidente segundo) y María Rosa Díaz por el radicalismo. Bernabey concurrió acompañado por el secretario de Gobierno municipal, José Luis de Luca. No hubo discurso, sino una conversación con los ediles con pocas precisiones y sin definiciones concretas.

La pesadilla del tránsito

En medio de la preocupación existente por la inseguridad en el tránsito y la cantidad de accidentes, especialmente en motos, el intendente dijo que a su juicio no es la solución el cobro de multas e  insistió con remarcar la responsabilidad de los padres. Comentó que a cada colegio secundario de la villa concurren aproximadamente unos doscientos alumnos en motocicletas, compradas por sus mayores. Algunos concejales de la oposición le marcaron a Bernabey la necesidad de que la comuna se haga cargo de controlar cuando la circulación de los vehículos no está bajo la supervisión de los padres, e incluso se mencionó la posibilidad de que se debata en el cuerpo un incremento en el monto de las multas. Según señalaron, los valores actuales hacen que cuando se aplica alguna sanción económica, los padres la pagan y sus hijos vuelven a circular por las calles.

En otro orden, Bernabey reveló que la obra de instalación de tuberías para el agua potable desde el sector del Cerro de la Cruz se encuentra obstaculizada por la negativa de un particular a permitir que el trazado atraviese su propiedad. También anticipó que la comuna instalará un sistema de iluminación en las afueras del hotel que la Cooperativa de Totoral inaugurará próximamente en la ex sede de la Colonia Hogar. Otro proyecto que mencionó fue la creación de una ciclovía, pero que depende –como la mayoría de las obras- de la llegada de fondos desde la Nación.

La reunión se inició a las 22,07 del martes y concluyó a las 23,30. Los concejales abrieron así con casi un mes de demora el período ordinario, con la ausencia de dos de sus miembros y con la frecuencia que mantendrán, de sólo dos sesiones por mes en lugar de una por semana. El artículo 21 de la Ley Orgánica Municipal, que rige el funcionamiento de las instituciones en Totoral, expresa: “El concejo deliberante se reunirá en sesiones ordinarias desde el 1 de marzo hasta el 30 de noviembre de cada año, las que podrán ser prorrogadas por el propio concejo”.

La reunión tuvo lugar en el local de reuniones que utilizan los ediles en el Paseo de la Vieja Casona, con la ausencia de vecinos de Totoral.

Un grupo de vecinos de Totoral aguarda una respuesta a la nota que elevaron al intendente Ernesto Bernabey, en la cual denuncian el avance de loteos ilegales en la zona del Cerro de la Cruz (foto aérea). El texto fue entregado en la sede municipal, según señalan los firmantes, "ante la imposibilidad de hacerlo personalmente como hubiera sido nuestro deseo" y debido a que "la gravedad" del tema los "preocupa enormemente". Asimismo, advierten que en caso de no encontrar eco al reclamo, denunciarán penalmente el caso de supuesta usurpación ante la Justicia.