Mientras sigue la conmoción en Totoral por el trágico incendio que cobró la vida de dos hermanitos, los cuestionamientos de algunos vecinos dejaron flotando la polémica respecto de la tardanza de los bomberos voluntarios en acudir al lugar del siniestro.
Pocas horas después del siniestro, Orlando Monje -quien reside a pocos metros de la vivienda incendiada- aseguró en un informe de Teleocho Noticias que "los bomberos tardaron entre 40 minutos y una hora en llegar", lo cual habría resultado decisivo para no poder rescatar con vida a los dos hermanitos que fueron víctimas de las llamas.
El comisario Dardo Giménez (foto), al ser consultado por Totoral Blog, reveló que en la delegación local de la policía se recibió a las 5:10 de la madrugada un llamado alertando solamente sobre un "incendio al lado de la familia Gómez". Sin dar otras precisiones ni identificarse, según Giménez la persona denunciante cortó la comuniación y el policía que la recibió transmitió el mensaje a la guardia de bomberos, sin poder precisar en qué lugar era el siniestro. El comisario aseguró que recién con una segunda llamada recibida varios minutos después, los bomberos pudieron saber dónde era el incendio y dirigirse al lugar.
"Un infierno"
Un vecino de la casa siniestrada, que intentó rescatar a los dos hermanitos que murieron, se mostró acongojado y relató que la casa “adentro era un infierno”. En el informe de Teleocho, Ricardo Sánchez dijo: “Me hubiese gustado sacarlos con vida. Pero era imposible por la forma en que ardían los colchones, las ropas, los muebles, los plásticos. Era un infierno adentro. Por el humo que había, no se podía respirar”.
“No dudé en entrar -agregó- pero apenas quise abrir la puerta, las llamas se me vinieron encima y no quedó otra que entrar por abajo, arrastrándome”.
“Entonces, veo a uno de los chiquitos que estaba quemado, pero con vida. Movía las manitos. Llego a él, lo alzo y lo saco. Era una cosa horrible. Movía las manitos”, relató. “Ahí nomás vuelvo a sacar al otro. Pero ya era en vano: estaba calcinado, muy quemado”.
La tragedia tuvo lugar en la vivienda ubicada en boulevard Seravini al 450. Las víctimas fatales son Camila Arriola, de cinco años, y Lucas Arriola, de dos. La madre de los chicos, Viviana Perezoti, de 25 años y Candela Arriola, de tres años, fueron derivadas con quemaduras al hospital de Jesús María y se encuentran fuera de peligro. Aparentemente, el origen del fuego se produjo por una estufa eléctrica que quedó encendida durante la noche y que habría entrado en contacto con algún elemento que inició el siniestro.
