Un ex intendente de Villa Tulumba y su sucesor, el actual jefe comunal, se encuentran imputados de defraudación por administración fraudulenta a raíz de la denuncia presentada en la justicia por un vocal del Tribunal de Cuentas de esa localidad. La gravedad de la situación se amplifica por el hecho de que el ex titular del Departamento Ejecutivo, Romualdo Gustavo Palomeque, es actualmente el director provincial del Programa de Asistencia Integral Córdoba (Paicor).
Según un informe publicado por el diario La Voz del Interior, la situación se originó durante la gestión de Palomeque al frente de la comuna tulumbana. A sólo tres meses de haber sido reelegido, pidió licencia para asumir como titular del Paicor. Interinamente lo reemplazó el concejal y amigo personal Alejo Adrián Flores. Presuntamente para evitar un llamado a elecciones, Palomeque extendió su licencia por dos años y renunció en diciembre de 2009, para que Flores fuera su sucesor. Durante la intendencia de Palomeque, una serie de extraños movimientos comerciales y de fondos surgidos de la municipalidad despertaron sospechas en el pueblo. Y uno de los miembros del Tribunal de Cuentas, Ariel Bustos, luego de reunir documentación realizó una presentación en los Tribunales de Deán Funes en setiembre de 2008. A partir de allí, el fiscal Eduardo Gómez investigó el pago de tres cheques de 20 mil pesos cada uno, que en los papeles de la comuna figuraban como "anulados".
Gómez imputó, en mayo de 2009 a Palomeque, a su primo César Arnaldo Palomeque y al concejal Alejo Adrián Flores por el delito de defraudación por administración fraudulenta calificada y los notificó de que el 8 de junio debían prestar declaración indagatoria, pero no se presentaron. Por el contrario, el abogado defensor Alejandro Zeverín emprendió a partir de allí una serie de presentaciones judiciales tendientes a lograr el apartamiento del fiscal de la causa y a demorar el avance de la investigación. Ahora, el expediente se encuentra demorado hace casi un año en la Cámara de Deán Funes.
Flojos de papeles
Entre las irregularidades que figuran en el sumario, se encuentra el destino de tres cheques por un total de 60 mil pesos, emitidos por la municipalidad y que terminaron pagando una deuda particular de un primo del ex intendente con el farmacéutico Julio Daniotti, de Jesús María. Como dos de esos cheques luego rebotaron por falta de fondos, el actual intendente Flores debió pagar 40 mil pesos más otros 4.000 en concepto de honorarios de abogados.
Otra aparente irregularidad que investiga el fiscal Gómez, es la utilización de una suma de nada menos que 444 mil pesos, que en principio fueron gestionados por Flores como un subsidio no reintegrable para reacondicionar la tradicional hostería de Tulumba. El dinero fue otorgado por el gobierno de Juan Schiaretti en el marco del proyecto del Viejo Camino Real en febrero de 2009 y se le puso a la obra de la hostería un plazo de finalización en mayo del mismo año. Un año después, el emprendimiento sigue sin realizarse y se sabe que los 444 mil pesos tuvieron otro destino. En marzo pasado el fiscal Gómez allanó la municipalidad de Tulumba y la hostería para secuestrar documentación. El intendente intentó argumentar que el dinero fue desviado a raíz de la “emergencia hídrica”, pero no logró evitar que lo imputaran de malversación de caudales públicos.
La historia tiene aún otro condimento insólito: según lo publicado por el matutino cordobés, los siete concejales de Villa Tulumba –que responden al intendente Flores- no tuvieron mejor idea que suspender a Bustos como vocal del Tribunal de Cuentas, sin tener en consideración que se trata de un cargo electivo, es decir que se accede al mismo mediante el voto popular.