Como parte de un programa de remodelación de las sucursales del Banco de la Provincia de Córdoba, la sede totoralense de esa entidad estrenará una serie de cambios que permitirán una mejor atención de los clientes, cuya demanda creció notablemente en los últimos tiempos con la bancarización de los jubilados y la distribución de planes sociales del gobierno nacional.
La sucursal presentará ahora un mayor espacio interior y modificaciones en el acceso a los cajeros automáticos, para evitar las esperas al aire libre. Las refacciones están en pleno proceso de ejecución.
Las obras forman parte del plan global de reformas de unas 240 sucursales en toda la provincia. Las tareas van desde trabajos en infraestructura hasta renovación de mobiliario, cartelería, instalaciones y capacitación, con una inversión total de casi 75 millones de pesos.
Además, el banco destinará casi diez millones de pesos para ampliar su red de cajeros automáticos en toda la provincia y llegar a 500 a fin de año. La inversión global en ambos programas asciende a casi 85 millones de pesos.
En el caso de los cajeros, lo más costoso es la máquina, cuyo precio asciende a 58.500 pesos (15 mil dólares), sin contar los márgenes negativos que implica llevar esos aparatos a zonas con bajo volumen de operaciones. La entidad calcula que el 20 por ciento de su actual parque de cajeros no es rentable, pero aclara que debe cumplir con una función social ante el proceso de bancarización de jubilados y pensionados. Para autofinanciarse, cada aparato debe tener entre cinco mil y seis mil transacciones al mes.
